¡Protege a tu perro pequeño! Evita la obesidad y problemas ortopédicos
En el momento de su adopción, alrededor de los 2-3 meses, un perro de raza pequeña ya está bastante desarrollado en comparación con su tamaño adulto. Las necesidades relacionadas con su período de crecimiento más intenso se han cubierto con leche materna. Incluso si la dieta posterior del cachorro no está completamente adaptada con sus necesidades, en teoría, su esqueleto y articulaciones no sufrirán demasiado.
Por otro lado, una alimentación muy rica en energía puede predisponerlo a la obesidad: sus adipocitos (las células que forman el tejido adiposo) se multiplican rápidamente y la sobrealimentación favorecerá el desarrollo del tejido adiposo y, por tanto, el sobrepeso. Será muy difícil mantener al perro en su peso ideal. Los perros que están gordos entre los 9-12 meses de edad, tienen un riesgo 1,5 veces mayor de sufrir obesidad en la edad adulta que los perros que se han mantenido delgados durante el crecimiento.
Para perros de razas grandes y gigantes, hay un largo camino hasta su tamaño final, ya que tienen que multiplicar su peso al nacer por 70-120. Los cachorros de razas grandes crecen rápido y durante mucho tiempo; su crecimiento es muy intenso entre los 3 y los 6-7 meses de edad; momento en el que un cachorro puede ganar 150-200g al día y, por lo tanto, ¡más de 1kg a la semana!
En estos perros de razas grandes y gigantes, el exceso de energía promueve un crecimiento rápido, y, como consecuencia, una carga excesiva en el cartílago articular que aún está inmaduro. Esto acaba provocando trastornos ortopédicos secundarios (por ejemplo, displasia de codo y cadera, osteocondritis disecante).
Controlar la tasa de crecimiento y proporcionar los nutrientes en cantidades ajustadas de energía puede ayudar a disminuir los riesgos de anomalías esqueléticas causadas por el rápido crecimiento en estas razas.
Los perros castrados tienen un mayor riesgo de tener sobrepeso que los perros no operados, especialmente los primeros 2 años después de la operación. La esterilización prepuberal en perros se ha vuelto común en muchos países. En perros de razas grandes, la castración antes del año de edad se asocia con más trastornos ortopédicos como la displasia de cadera o la enfermedad del ligamento cruzado. Por ejemplo, en perros Golden Retriever machos, la esterilización antes de los 6 meses de edad aumenta el riesgo de enfermedad osteoarticular.
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