¿Qué es una dieta adaptada para cachorros?

Un alimento específico para cachorros contiene más proteínas que un alimento para perros adultos porque estas son necesarias para la síntesis de todos los tejidos nuevos (músculos, esqueleto, piel y pelaje, etc.). Si los cachorros no obtienen proteína suficiente, o si las proteínas no aportan todos los aminoácidos indispensables, el crecimiento se verá alterado.

Una dieta rica en proteína ayuda a mantener la buena salud del cachorro. Las proteínas son esenciales para el apoyo del sistema inmunológico. También fomentan la saciedad y limitan el consumo excesivo.

Las dietas BARF ("Huesos y alimentos crudos" o "Alimentos crudos biológicamente apropiados") están compuestas por diversas fuentes de carnes (alitas y cuellos de pollo, huesos de ternera, vísceras...). Los riesgos asociados con el consumo de una dieta BARF son numerosos y están ampliamente documentados.

Un estudio encontró al menos un desequilibrio nutricional en el 60% de las dietas BARF analizadas: deficiencia energética, déficit de calcio, desequilibrio entre calcio y fósforo, deficiencias frecuentes en oligoelementos y vitaminas, especialmente Vitamina D... Estas dietas pueden ser muy perjudiciales en el crecimiento de los animales, pueden provocar desmineralización de los huesos, deformidad esquelética, fracturas...

El consumo regular de huesos de aves, incluso los crudos, puede promover estreñimiento debido al alto contenido de minerales. También es posible que provoque fracturas dentales, perforaciones u obsrucciones intestinales...

Las contaminaciones bacterianas y parasitarias de las dietas BARF parecen potencialmente peligrosas tanto para perros como para humanos. Por ejemplo, las carnes crudas son fuentes importantes de Salmonella, una bacteria que puede ser resistente a varios antibióticos y puede causar gastroenteritis severa en humanos.