Coloque el comedero y el bebedero en un rincón tranquilo, lejos del arenero; no le molestes mientras coma, así se siente seguro.
Como los gatos son de comer poco y a menudo, se aconseja dividir la ración diaria en raciones pequeñas y repartirlas a lo largo del día. La cantidad total por día se calcula, para cada dieta, en función de la edad y el peso de su gatito.
Distribuir la comida a lo largo del día también promueve la actividad física del gato y lo ayudará a mantener su peso ideal.
Cuanto más joven es un gato, más fácil se adapta. Aprovecha este período para acostumbrarlo a comer diferentes tipos de alimentos. Además de las croquetas, dale una o dos porciones de comida húmeda al día. Estos alimentos son ricos en proteínas pero, sobretodo, ricos en agua, lo que ayuda a prevenir trastornos urinarios. Una dieta mixta es adecuada para los gatos durante toda su vida.
No confundas una demanda de atención de su gatito con que le está pidiendo comida. Cuando se frota con tus piernas y maúlla, es probable que su gato quiera jugar o que lo acaricien. ¡Dale unos minutos! Pero si entiende que este tipo de comportamiento te está incitando a darle de comer, ¡rápidamente se aprovechará de la situación y seguirá pidiendo comida! Además, si alimentamos al gato de esta manera, estamos favoreciendo el sobrepeso del animal.
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