2018/06/01 - Leishmaniosis canina
¿Sabes cómo se diagnostica esta enfermedad tan garve?
Debido a la elevada prevalencia de la leishmaniasis en perros en España, es de vital importancia realizar un diagnóstico precoz con el fin de determinar si el perro padece la enfermedad.
De esta forma, se podrá proceder a la prevención (antiparasitarios o vacuna de la leishmania, según lo que nos aconseje el veterinario) en el caso de que el resultado sea negativo, o al tratamiento, si por el contrario, el diagnóstico de leishmaniosis canina es positivo.
El diagnóstico de la leishmaniosis no es sencillo. No existe una prueba de laboratorio que nos ofrezca por si sola un resultado inequívoco.
Esta complejidad deriva del hecho de que no todos los perros portadores de leishmania desarrollan la leishmaniosis, lo que hace necesario diferenciar muy bien los animales infectados de los animalesenfermos, que son los que necesitarán medicamentos y cuidados. Por lo tanto, las técnicas directas, orientadas a detectar la presencia de la leishmania en perros, como la PCR, no son determinantes.
Dado que la leishmaniosis se desarrolla por una respuesta inadecuada del sistema inmunológico del perro, el cual produce cantidades anormales de anticuerpos, la parte fundamental del diagnóstico de la leishmaniosis o leishmaniasis, además de la valoración clínica del perro, debe contemplar la detección y cuantificación de estos anticuerpos.
Pruebas serológicas: test cuantitativos (IFI, ELISA) y test rápidos
Si consideramos la leishmaniosis como un proceso inmunológico, la medición de los anticuerpos se postula como un método imprescindible para la detección de la enfermedad y de su gravedad.
La IFI (inmunofluorescencia indirecta) es la técnica más utilizada y recomendada por todos los grupos de expertos internacionales. Se basa, no solamente en detectar la presencia de anticuerpos, sino sobre todo, en cuantificarlos. La medición funciona como confirmación de la leishmaniosis cuando sobrepasa la línea de corte fijada por cada laboratorio (número mínimo de anticuerpos para considerar enfermo al perro) y es ratificada por unos parámetros establecidos por los especialistas. En titulaciones bajas, es decir, muy próximas a la línea de corte, es necesario ver la evolución de los anticuerpos en el tiempo. La revelación de posibles variaciones, junto con la advertencia o inadvertencia de síntomas de leishmaniosis en el perro y el resultado de analíticas generales confirmarían el diagnóstico final. A la hora de medir la cantidad de anticuerpos, hay que tener en cuenta también si el perro ha recibido recientemente la vacuna contra la leishmania.
El ELISA es otra técnica cuantitativa muy útil que también permite medir la cantidad de anticuerpos.
Otro tipo de examen serológico son los test rápidos que se realizan en la clínica veterinaria. Solo indican positivo o negativo sin medir la cantidad de anticuerpos, pero al proporcionar resultados inmediatos y ser altamente sensibles, son útiles como prueba preliminar. Un resultado negativo en un test rápido en un perro sin síntomas de leishmaniosis indicaría, con alta probabilidad, que el perro está sano. Un resultado positivo, por el contrario, necesitaría otra prueba adicional (cuantitativa) para precisar si la cantidad de anticuerpos es lo bastante elevada como para considerarlo enfermo de leishmaniosis.
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